Genealogía de una bruja de Sébastien Perez y Benjamin Lacombe

Título: Genealogía de una bruja
Autores: Sébastien Perez y Benjamin Lacombe
País: Francia
Fecha de publicación: 2008

La historia seguirá viva mientras el don se siga transmitiendo.

«Una caja regalo con dos libros bellamente ilustrados por Benjamin Lacombe. Uno cuenta la historia de Lisbeth, una niña normal que tiene el extraño don de acabar las frases que dicen los demás. Un día descubre en casa de su abuela un libro con una original genealogía de brujas

Esta genealogía es el segundo libro del estuche y recorre leyendas, mitos, hechos reales y tradiciones a lo largo de la historia. Medusa, Yama Uba, Juana de Arco, Malvina, Mambo o Mona Lisa son algunas de las peculiares brujas que recoge esta maravillosa genealogía.»

El primer libro del pack se llama La pequeña bruja y cuenta la historia de cómo Lisbeth descubre, revolviendo el desván de su abuela, que pertenece a un largo y antiguo linaje de brujas. Lisbeth cae en cuenta de que es una bruja al leer un libro polvoriento y de aspecto antiguo que le muestra su genealogía y la historia de estas brujas —y este libro es el segundo del estuche, lo cual es un interesante juego, ya que uno como lector puede acceder a él—. Debido a este grimorio, Lisbeth se enterara que ser una bruja no es nada divertido, la mayoría de ellas tienen un final, más bien trágico: perseguidas, asesinadas, quemadas en la hoguera. Su abuela le explica que fueron mujeres perseguidas por ser demasiado ambiciosas, demasiado inteligentes, o demasiado hermosas. En fin, por no encajar con el rol que se les tenia impuesto, por destacar, por ser diferentes.




El segundo libro, llamado Brujas y hechizos, es, como ya mencione, el libro que encuentra Lisbeth en el desván de su abuela Olga. Este grimorio tiene un formato distinto al primero. Muestra la historia de mujeres significativas a través del tiempo, todas ellas tienen una base histórica pero se desvela la cara oculta de estas mujeres: la magia, su conexión es que todas son brujas. El grimorio narra la historia de: Lilith, la primera bruja; Isis, la que engaño a un dios; Medusa, la que no se podía mirar; Yama Uba, la que perdió a su madre debido a los hombres; Gretchen, la bruja de la casa de jengibre; Juana, la que salvo Francia y fue traicionada; Lisa, la del rostro más famoso del mundo; Malvina, la que quería ser la más hermosa; Leonora, la que era demasiado ingeniosa; Mary y Anny, las inseparables; Mambo, la reina del vudú; Olga, la que hundió el Titanic; y Lisbeth, la pequeña bruja.

De estas historias varias son destacables. Por ejemplo, Lilith decidió explorar más allá de los límites del paraíso, y de paso escapar del autoritarismo de Adán. De esta manera conoce a Belcebú, que le informa que en su ausencia, en el paraíso la habían remplazado por Eva, que era más sumisa y dócil. Lilith en su ira, seduce a Belcebú para que haga un contrato con ella. Él la ayudaría a vengarse y le otorgaría grandes poderes, a cambio ella se quedaría por toda la eternidad a su lado para gobernar su tenebroso reino. El contrato dice que es Lilith quien decide transmitir los poderes a las mujeres que ella quiera, y que estas pasaran a formar su estirpe por siempre.


Y todos conocen la historia de Medusa, pero se da un pequeño giro aquí. Después de ser raptada por Poseidón y castigada por Atenea, Medusa decide irse a una cueva para no herir a nadie. Pero se propaga el rumor de que una bruja vive allí, y es así como el héroe Perseo va, con la intención de liberar al mundo de un monstruo, a sesgar con su vida y ofrecerle su cabeza a la diosa. Si de por sí, la historia de Medusa es trágico e injusta (queda en medio de una disputa entre dioses), aquí ella no decide volcar su resentimiento hacia otros, todo lo contrario, tiene una actitud compasiva. Parecería mostrar su versión de la historia y no la que otros contaron.


Yama Uba es una historia trágica y tétrica. Ella vivía en paz y alegría con su madre, hasta que una noche unos hombres asesinan cruelmente a su madre “nunca olvidará los gritos, las súplicas, las lagrimas y aquella sangre.” (26). Debido a esto, Yama Uba se sumerge en su dolor, hace del bosque su reino y despezada y se come a todo hombre que entre en sus dominios. Yama Uba no está excenta de crueldad hacia los hombres, pero su corazón logra enternecerse al encontrar a un niño huérfano, y adoptarlo. Este niño fue llamado Kintaro, y ella lo elevaría al rango de héroe.


La historia de Leonora resulta muy interesante. Marcada por la ambición, ella procede de una cuna humilde, pero escala socialmente al codearse desde la infancia con la princesa María. Leonora tomó conciencia de que tenía un fabuloso poder de persuasión, y lo uso, por supuesto. Todo el mundo llego a odiarla, envidiarla y temerla. El futuro rey de Francia, Luis, comploto contra ella para sacarla del juego, la inculparon de un crimen que no cometió (y eso que cometió otros). En la hoguera le preguntan que sortilegio utilizo todo este tiempo con María, a lo que ella contesta: “Mi sortilegio es el que ejercen las almas fuertes sobre las mentes débiles.” (51).

Todas las historias aquí reunidas tienen el factor común de la magia, pero también son historias de mujeres que destacaron, porque se enfrentan al status quo. Y es que más que la magia, una de las principales características de las brujas es el alzar la cabeza, sobresalir por el conocimiento que poseen, el poder que pueden ejercer, la ambición que manifiestan, o la crueldad que aplican por el dolor sufrido.

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