Macbeth de William Shakespeare

Título: Macbeth
Título original: The Tragedy of Macbeth
Autor: William Shakespeare
País: Inglaterra
Fecha de publicación: 1606

Truenos y relámpagos. Un páramo en donde se encuentran tres brujas, hablando en enredadas rimas sobre cuando se volverán a encontrar. Y terminan diciendo: «Hermoso es lo feo y es feo lo hermoso: / volar por la niebla y el aire apestoso» (Escena 1, Acto 1). Ellas, abriendo la obra, dan varias líneas que seguirán a lo largo de esta: el aire sobrenatural y oscuro, los estados de confusión y el marcado ambiente viciado, pestilente y dañino.

Pero, estas brujas ¿son individuos que disfrutan al jugar con vidas humanas o son agentes del destino cuyas profecías dictaminan lo inevitable? La obra no da respuestas claras. Lo que no hay duda es de que son personajes peligrosos y poderosos. Ellas se encuentran con Macbeth para profetizarle que será rey, azuzando su ambición. Pero estas no serán sus únicas profecías, también pronosticaran que los hijos de Banquo serán reyes, que Macbeth tendrá que cuidarse de Macduff, que no podrá ser lastimado por ningún hombre nacido de mujer, y que estará a salvo hasta que el bosque de Birnam llegue a Dunsinane. Sus profecías son deliberadamente ambiguas y nunca son lo que dicen decir.

Estas brujas parecerían encarnar la inconsciente tentación pero su forma de proceder o sus motivos se desconocen, esto se mantiene al margen de la comprensión humana, y se oculta en lo sobrenatural.

Si las brujas son las que ponen la semilla de la ambición en la cabeza de Macbeth, es su esposa, Lady Macbeth, quien hace crecer dicha ambición (se puede hacer una lectura resaltando la misoginia de la obra: quienes llevan a la desgracia a Macbeth son figuras femeninas). Lady Macbeth es mucho más ambiciosa, fuerte y descorazonada que su marido. Desde el principio prevé la carencia de su marido para convertir la profecía en realidad y hasta cierto punto, ella desearía no ser mujer, pide despojarse de su sexo, para poder proceder ella misma y no a través de Macbeth. Su género le impide accionar por mano propia, las constricciones sociales impiden que una mujer consiga sus ambiciones de manera directa, pero la obra muestra que Lady Macbeth (las mujeres en general) puede ser tan ambiciosa y cruel como cualquier hombre.

Pasando a Macbeth, él no tiene forma de eludir su encuentro con las brujas, pero lo que si tiene es el poder de elegir, de decidir si hacerles caso o no. Pero es seducido por el poder y persuadido por su esposa, y recurre a la violencia y al asesinato para conseguir su propósito. Pero sus actos traen consecuencias en su psiquis. La culpa se transforma en locura y desatara visiones que lo perturban, pero no es más que su mente aplastada por el remordimiento. Lady Macbeth conseguía su propósito con admirable determinación pero sus actos inmorales también le producirán alucinaciones, lavara sus manos una y otra vez pero igual las verá manchadas de sangre.

Algo que está muy por debajo de la obra es la repercusión que traen estas luchas políticas (Macbeth es un noble y luego rey, las luchas que se dan son para obtener un poder político) al país, nación o territorio. Se muestra como Escocia se sumerge en el caos, como llora y se lamenta. ¿Qué país no es azotado y destrozado por las egoístas luchas de poder de los mandatarios de turno?

Macbeth es mi obra favorita de todo el canon shakesperiano y está teñida de oscuridad, pesimismo, violencia y sangre. Cuando se utiliza la violencia para conseguir lo deseado no se puede para de cometer atrocidades, Macbeth es un personaje de carácter pero que la ambición y la culpa lo llevan a la desgracia.