Americanah de Chimamanda Ngozi Adichie

Título: Americanah
Autora: Chimamanda Ngozi Adichie
País: Estados Unidos
Año de publicación: 2013

«Yo vengo de un país donde la raza no era motivo de conflicto; no pensaba en mí como negra, y me convertí en negra precisamente cuando llegué a Estados Unidos.»

Esas líneas exponen a la perfección el núcleo central de esta novela: la raza. Pero la raza en Estados Unidos es vista desde el punto de vista de una mujer nigeriana, llamada Ifemelu, que pide el visado para estudiar en dicho país, ya que en el suyo le es imposible dada las constantes huelgas de profesores. Este particular punto de vista es importante, pero antes de adentrarme en eso, diré otra cosa.

Ifemelu en cierta parte de la historia dice que le molesta cuándo le preguntan de qué trata una novela. Como si una novela tuviera que tratar de una sola cosa. Esto, tal vez intrascendente, calza bastante bien con esta novela. Porque Americanah no trata de solo una cosa, la raza. Yo sentí que pone sobre la mesa una inmensidad de temas y que yo, en una simple reseña soy incapaz de desarrollar. Así que, si van a leerla tengan en cuenta eso: no es solo la raza, es muchísimo más.

Los hilos conductores de la novela son, Ifemelu que viaja a Estados Unidos, y luego expirado su visado consigue seguir viviendo en dicho país, y también su novio, Obinze, al que le niegan el visado y tiene terminar sus estudios en Nigeria.

Por suerte, para mí, las partes que son narradas desde el punto de vista de Obinze son mucho menos extensas que las de Ifemelu. Y es que a mí Obinze me irritó desde el primer momento. El chico está obsesionado con Estados Unidos, ama sus novelas y absorbe todo lo que puede de este país. Ojo, aunque el tipo es bastante insoportable, cuando viaja a Inglaterra da a conocer las diferencias de cómo se ve la raza en Estados Unidos en comparación con Inglaterra y otras cosas muy interesantes. Aún así, su vida (y por lo tanto sus partes en la novela) me parecieron aburridas y tediosas.

Antes mencione que el punto de vista de Ifemelu era importante. Sus aportaciones y observaciones de la raza en Estados Unidos se hacen de determinado lugar. Ella es una negra no estadounidense, es nigeriana, africana. Ifemelu, como dice ella misma, se dio cuenta de que era negra al llegar a Estados Unidos. Ella, a diferencia de los negros estadounidenses, nunca vivió el racismo desde niña. Pero no por eso su crítica es menos importante. Ella ve todo con incredulidad, indignación y enojo (y no es para menos con las putadas que tiene que soportar).

Chimamanda Ngozi Adichie

Algo que me pareció sumamente interesante es que el pelo, como bien se menciona en la novela, es la metáfora racial por excelencia. Ifemelu después de cierto tiempo en Estados Unidos crea un blog llamado Raza o Diversas observaciones acerca de los negros estadounidenses (antes denigrados con otra clase de apelativos) a cargo de una negra no estadounidense, en donde ella explica esta metáfora mejor que yo (es algo largo, pero vale la pena):


«Una Amiga Blanca y yo somos grupis de Michelle Obama. Así que el otro día voy y le digo: Me pregunto si Michelle Obama lleva postizo, hoy se le ve el pelo más denso, y tanto calor a diario debe de estropeárselo. Y ella contesta: ¿Quieres decir que el pelo no le crece así? O sea: ¿soy yo o he ahí la metáfora perfecta de la raza en Estados Unidos? El pelo. ¿Os habéis fijado alguna vez en cómo aparecen las mujeres negras en los programas de belleza de la televisión? En la foto fea de «antes» la negra sale con su pelo natural (áspero, acaracolado, crespo o muy rizado), y en la foto bonita de «después», alguien ha cogido un metal caliente y le ha alisado el pelo a fuerza de chamuscárselo. Algunas mujeres negras, NE y NNE, preferirían correr desnudas por la calle antes que mostrarse en público con su cabello natural. Porque, haceos cargo, no es profesional, sofisticado, o lo que sea; sencillamente no es normal. (Por favor, comentaristas, no me digáis que es lo mismo que cuando una mujer blanca no se tiñe el pelo.) Cuando tienes el pelo natural de una negra, la gente cree que te has «hecho» algo en el pelo. En realidad, las que llevan afros y rastas son las que no se han «hecho» nada en el pelo. Deberíais preguntar a Beyoncé qué se ha hecho. (A todos nos encanta Bey, pero ¿por qué no nos enseña, solo por una vez, cómo es su pelo tal como le crece en el cuero cabelludo?) Mi pelo natural es crespo, y lo llevo en trenzas cosidas o sueltas o me lo dejo en afro. No, no es una cuestión política. No, no soy artista ni poeta ni cantante. Tampoco soy una madre tierra. Simplemente no quiero alisadores en mi pelo: ya hay sustancias cancerígenas en mi vida más que suficientes. (A propósito, ¿podemos prohibir las pelucas afro en Halloween? Por Dios, el afro no es un disfraz.) Imaginaos que Michelle Obama se cansara de todo ese calor y decidiera dejarse el pelo natural y saliera en televisión con un montón de pelo lanoso, o apretados rizos en espiral. (Imposible saber cómo será su textura. No es raro que una negra tenga tres texturas distintas en la cabeza.) Causaría sensación, pero el pobre Obama desde luego perdería el voto independiente, incluso el voto de los demócratas indecisos.»


No todo es la raza, también se exponen los tribalismos de Estados Unidos: las clases (ricos y pobres), la ideología (progresistas y conservadores) y la región (el norte y el sur).

Pero ha que seguir con la teoría de la autora y no caer en la historia única. Estados Unidos puede parecer una mierda, llena de racistas que no saben ni reconocen que lo son. Pero no es un infierno, no es la meca de la degradación. Por algo Ifemelu decide seguir viviendo allí durante años (como unos quince, aproximadamente). Así como tampoco Nigeria es un país horrendo. Después de años Ifemelu vuelve a su país y se encuentra con cosas que extraña de Estados Unidos, cosas que no le gustan de Nigeria, pero también con cosas que ama de su país natal.

Y como ya dije, es una novela que trata de muchas cosas. Así que, los invito a leerla, no es ninguna pérdida de tiempo.

Comentarios

  1. Hola! qué interesante lo que citás sobre el pelo como metáfora de la raza. Cuando menciona que se prohíban las pelucas afro en halloween recordé que en Brasil, en carnaval, se recuerda que indio no es un disfraz, aunque se siga usando incluso en las grandes escolas de samba.
    Tengo muchas ganas de leerla, cuando lo haga regreso.
    Saludos

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    1. Lo que cite es solo una muestra de lo que es la novela: Directa e incisiva.
      Vale la pena leerla.
      Saludos.

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