La mujer desnuda de Armonía Somers
Título: La mujer desnuda
Autora: Armonía Somers
País: Uruguay
Año de publicación: 1950
Autora: Armonía Somers
País: Uruguay
Año de publicación: 1950
Todo comienza con el cumpleaños número treinta de Rebeca Linke, y en este día pasó lo que ella ya esperaba que pasara: nada. Y al no ocurrir nada, Rebeca decide algo radical: cortar su cabeza, volvérsela a colocar, como un casco, y salir a caminar por el bosque. Desnuda, por cierto.
Con esta pequeña síntesis de la trama, queda claro que esta novela corta presenta varias tensiones entre lo realista y lo fantasioso. La atmósfera es rara, insólita; el principio es algo fragmentario, confuso, casi surrealista, pero luego se encuentra el hilo narrativo.
Lo que se cuenta no es solo eso mismo, sino que tiene varias significaciones. Por ejemplo, la autodecapitación de Rebeca no es solo un mero recurso para causar extrañeza (ni siquiera pienso que este usado para eso) sino que, y esto es mi interpretación, Rebeca esta hastiada de su cotidianeidad, de su deber ser. Se reinventa y sale renacida y desnuda al mundo, desestabilizándolo.
La novela hace muchísimas referencias a la biblia, y un obvio paralelismo entre la mujer desnuda y el mito de Eva antes de la manzana, la culpa de la mujer en el pecado original y la Caída. Esto hace del texto ricamente metafórico y alegórico.
Cabe mencionar que la obra es una novela erótica, por lo cual es muy corporal. El paseo que realiza la mujer desnuda revuela y horroriza al pueblo de las inmediaciones. Excita la imaginación masculina, reluciendo su estado salvaje. Pero ella en este punto, parece más un fantasma, poseyendo y acosando la mente de los hombres.
Mujer ante el espejo de Delvaux, 1936 |
Todo el pueblo piensa en ella, y todos los hombres usaron a sus mujeres como remplazo carnal en la noche después de la aparición de la mujer desnuda. Pero es un sacerdote, a la mañana siguiente, quien manifiesta que ella es solo un concepto, una idea y que la culpa no recae en ella, sino en uno mismo, incluyéndolo.
“Eran demasiado rústicos para comprender aquella sensación de repulsa, aquella especie de estado nauseoso que se les iba dando en el regreso. Odiaban a la mujer, se odiaban a ellos y entre ellos. A causa de la mujer se habían descubierto a ellos mismos. Y ese descubrimiento no se desea ni se perdona”.
La mujer desnuda los expuso a ellos mismo. Ella es la prueba del peligro y temor que supone para el sexo masculino que una mujer deje de ser lo que ellos esperan que sea. Al fin y al cabo: “Poseerse: en eso radicaba su vida”
Me encantó lo que escribís sobre este libro, solamente una vez intenté leer a Armonía y me resultó imposible. Voy a anotarme el título, será fácil de encontrar?
ResponderBorrarSaludos
Mira, yo fui a tres librerías acá en Montevideo y no la tenían, después de eso desistí.
BorrarPero después de un arduo trabajo buscándola en internet, la encontré. Aunque no muy cómodo para leer.
La lectura es un poco difícil al principio pero se lee de un tirón (yo la leí en el día) y es muy recomendable.
Saludos!
Lo pendiente que tengo a esta mujer, qué vergüenza. Pila de ganas de leer esto, después de lo que contás. Pila. Un besote :)
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