Nuestra señora de París de Victor Hugo

Título: Nuestra señora de París
Título original: Notre-Dame de Paris
Autor: Victor Hugo
País: Francia
Año de publicación: 1831

La novela sigue —entre muchas otras cosas— la historia de Esmeralda, una bellísima bailarina gitana, Quasimodo, un jorobado deforme, sordo y campanero de la catedral de Notre-Dame, y el arcediano Claude Frollo, padre adoptivo del campanero. La obra tiene como ambientación al fascinante Paris del siglo XV.

Antes de adentrarme en los personajes en sí, vale mencionar que la novela me pareció una oda narrativa a la arquitectura medieval. Y es que este arte tiene una presencia muy fuerte, tanto así que la catedral de Notre-Dame y la propia ciudad de París son tan protagonistas como Esmeralda, Quasimodo o Claude Frollo. Hay un capítulo entero (y algo extenso) dedicado a describir dicha catedral, lo cual puede hacer la lectura un poco pesada, aunque yo lo disfrute muchísimo, cuando en realidad pensé que iba a dormirme del tedio. Esto me sorprendió, ya que no fueron las descripciones de la catedral y la ciudad lo que me aburrió de la novela sino las partes en las que se centran en personajes secundarios. Pero esto también es un punto interesante, dado que la novela hace gala de multiplicidad de personajes y de todas las capas sociales: desde el rey Luis XI, algunos aristócratas, miembros del clero, burgueses, poetas y truhanes.

También hay interesantes reflexiones de cómo la arquitectura como arte representativo de la civilización humana muere, para dejar paso a la cultura escrita como máximo exponente de la humanidad. Prácticamente devoré esta parte de la novela y es algo que releería ya que se exponen ideas que no se entienden y digieren de una.

Al comenzar la novela, a modo de nota o prefacio, el autor dice que en la catedral de Notre-Dame encontró grabada la palabra griega ANÁΓΚH, que se traduce como “fatalidad” (si el autor encuentra este grabado o solo es una ficción para darle dramatismo a la obra, lo desconozco y creo que es irrelevante) y que a raíz de esa palabra nació esta novela. Pues, esta palabra “fatalidad” es la línea argumental o sentimiento predominante de la obra.

Ahora sí, uno de los puntos más interesante y fuertes de la novela son los cuatro personajes: Quasimodo, Frollo, Febo, Esmeralda.

Quasimodo es odiado y temido por su condición física. Es feo, deforme, jorobado, cojo, sordo y ciclope, con una fuerza hercúlea pero con un corazón sensible. El jorobado de Notre-Dame, que es un héroe romántico por antonomasia, se enamora de la gitana Esmeralda por un simple gesto de compasión que ella tiene con él. El amor que él siente por ella es totalmente desinteresado, no exige ningún tipo de retribución.

De los cuatro personajes, Claude Frollo me parece el más fascinante y complejo. Es un hombre que le dedico su vida al estudio, los libros y fuertemente atraído por la alquimia, pero que tiene una fuerte represión sexual que estalla cuando conoce a Esmeralda. Él dice amarla pero está dispuesto a violarla y destruir su vida. Claude Frollo arde en deseos por obtener a Esmeralda y esto desbarata toda su vida. El arcediano representa la pasión sexual y las relaciones de amor-odio.

Febo es el más simplón de los cuatro. Es bastante superficial y su único interés es disfrutar de la vida, incluyendo, por supuesto, el sexo y la lujuria. Su único interés por Esmeralda es meramente superficial y lujurioso.

Por ser mujer, Esmeralda es la que más injusticias sufre, junto con Quasimodo, ya que él no es considerado un hombre, sino un monstruo o un medio-hombre. En la historia es realmente fácil inculparla de ser una bruja, ya que su única opción es confesarlo por las buenas o por las malas mediante tortura. 

Esmeralda, al igual que los otros tres, también cae en el amor. Su amor por Febo es totalmente caprichoso, ciego y soñador.

Había dicho que la fatalidad es un hilo conductor, pero no es el único, el amor es otro. La novela es una historia de pasiones y con un final doloroso y excelente.

Nuestra señora de París es la primera novela que leo de Victor Hugo y me queda claro que es un escritor completamente talentoso pero esta era la única obra que tengo interés en leer.

Comentarios

  1. Hola! A medida que leía tu reseña me acordaba de mi lectura de Los miserables. Las características de la narrativa del autor que citaste también pude reconocerlas en el otro libro, esas descripciones demorada sobre la arquitectura, la ciudad como personaje.
    A mí me encantó leer a Víctor Hugo, tengo "El hombre que ríe" esperando en mis estanterías.
    Sin dudas es un autor que hace valer el tiempo que disponés para leer sus obras.
    Saludos, nos leemos.

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    1. Hola.
      Sí, la verdad es que Victor Hugo es un autor que vale la pena el tiempo que te toma leerlo. Aunque como dije, esta es la única novela de él que me atrae, por lo tanto, que por ahora no tengo pensado volver a él.

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  2. Hola! Este es uno de mis grandes pendientes, y sobre todo tengo fichada la edición de Edelvives (la ilustrada por Benjamin Lacombe). Gracias por tu reseña, que me aviva las ganas ♥
    Un besote!

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    1. Hola.
      Esa edición es hermosa, por supuesto, pero mi bolsillo no lo soporta jajaja
      Me alegra que la reseña avive tus ganas de leerla.
      Saludos.

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