El héroe perdido (Los héroes del Olimpo #1) de Rick Riordan

Título: El héroe perdido
Título original: The Lost Hero
Autor: Rick Riordan
País: Estados Unidos
Fecha de publicación: 2010

Hijo del rayo, de la tierra guárdate.
La venganza de los gigantes a los siete verá nacer.
La fragua y la paloma romperán la celda.
Y la muerte se desatará con la ira de Hera.

«Cuando Jason despierta, sabe que algo va muy mal. Está en un autobús camino de un campamento para chicos problemáticos. Y lo acompañan Piper —una muchacha (bastante bonita, por cierto) que dice que es su novia— y el que parece ser su mejor amigo, Leo...
Pero él no recuerda nada: ni quién es no cómo ha llegado allí. Pocas horas después, los tres descubrirán no solo que son hijos de dioses del Olimpo, sino que además su destino es cumplir una profecía de locos: liberar a Hera, reina de los dioses, de las garras de un enemigo que lleva mucho tiempo planeando su venganza...»

Aquí estoy, como me propuse, siguiendo con la segunda serie sobre el Campamento Mestizo y mitología griega. Solo que en esta serie también se introduce la mitología romana. Este libro tiene lugar unos meses después de lo sucedido en El último héroe del olimpo. Y si bien esta saga y la anterior no siguen el mismo hilo argumental, yo no leería la saga de Los héroes del Olimpo, sin antes haber leído la saga de Percy Jackson y los dioses del Olimpo. Siendo claro, este libro, y los siguientes, se entienden sin la serie anterior, pero para mí se pierde mucho. Hay muchas cosas que se mencionan, muchos personajes que aparecen y tienen su historia y desarrollo. Y que al presenciarlos aquí van a pasar desapercibidos. Por ejemplo, Annabeth y Percy (la primera aparece, y el segundo se menciona). Para un lector nuevo, ellos no son personajes conocidos, no sabrá lo que pasaron. En cambio, para alguien que ya leyó la primera saga, volver a ver a Annabeth y Percy es sumamente emocionante.

En esta saga se hace un cambio del estilo narrativo. En la anterior saga, el narrador siempre fue un narrador-personaje en primera persona, que siempre fue Percy, pero en esta saga el narrador es en tercera persona desde el punto de vista de tres nuevos personajes, que son los protagonistas: Jason, Piper y Leo.

La misión de estos tres es clara y a contrarreloj: liberar a Hera antes del solsticio de invierno que es en cuatro días. Lo cual es ya algo característico del autor, darle un tono vertiginoso y lleno de acción a la narración. El punto fuerte de esta primera novela es sin duda los personajes. La primera vez que leí este libro, echaba muchísimo de menos a Percy, Jason me parecía soso, y Leo era un pesado. Pero ahora me forme un mejor concepto de ellos. Primero que nada, ellos tres son parte de los siete semidioses de la Profecía de los Siete (la cual se revela al final de El último héroe del olimpo). Y cada uno de ellos tienen sus particularidades y su rol en esta nueva profecía.

Jason, hijo de Zeus (al principio), me sigue pareciendo un personaje soso y algo aburrido. Tal vez no se le puede pedir mucho a alguien que pierde su memoria y no sabe quién es, pero tiene otras cualidades que le dan un cierto trasfondo. Es el líder de la misión y un semidiós muy poderosos, pero es interesante ver que él no siempre puede resolver ni salvar a sus amigos solo por ser hijo de Zeus. Y eso es algo que también le pesa: las expectativas que las personas tienen sobre el por quién es su padre. Jason es un semidiós fuerte y experimentado en la lucha, pero este grupo de tres son un equipo, cada uno de ellos realiza cosas que los demás no pueden hacer. Se salvan los unos a los otros de situaciones que uno de ellos en particular puede hacer. Jason es capaz de enfrentarse a Encélado y Porfirión (aunque sabía que no los podía vencer) de una mejor forma que Piper o Leo lo hubiesen hecho, ya que fue un enfrentamiento físico, y Jason es por lejos un mejor luchador.

Piper, hija de Afrodita, es sin dudas mi favorita de esta primera novela. Se podría pensar que, siendo hija de la diosa de la belleza, Piper sería superficial y enclenque (muchos hijos de Afrodita lo son) pero nada más lejos de eso. Los hijos de Afrodita son poderosos, pero subestimados. Ella es la diosa olímpica más antigua, hija de Urano, y eso tiene su peso y valor. Piper tiene la inusual habilidad del embrujahabla, que le permite persuadir a las personas, e incluso dioses, a hacer lo que ella quiera. Y un dato curioso es que sus ojos cambian de color, no tienen un color específico. Es una cualidad que comparte con su madre (a menor escala), ya que la apariencia de la diosa cambia constantemente adaptándose a los cánones de belleza, siempre perfeccionando su apariencia.

Piper muestra otra faceta de la figura femenina dentro de la saga, que tal vez Annabeth no representa tanto, y es que las emociones y la belleza son poderosas. Su lugar dentro del grupo y sus habilidades le dan la posibilidad de salir victoriosa y salvar a sus amigos de Medea, por ejemplo. Además, el rol de Piper en la Profecía de los Siete es el de ser la mediadora. Cuando llegue el momento, dependerá de ella que las cosas terminen en amistad o en una masacre. Para Piper ser hija de Afrodita no significa apariencia, superficialidad y vanidad, sino que «Afrodita es amor y belleza. Ser cariñoso. Propagar la belleza. Buenos amigos. Buenos momentos. Buenos actos. No solo buena apariencia.»

Leo, hijo de Hefesto, puede ser un poco pesado al principio al sentirse culpable por cosas que no debería, pero su dolor es real y lo oculta bajo una fachada de payaso. Es un personaje que se siente solo y que no tiene un lugar al cual pertenecer, y por eso es sumamente reconfortante ver cuando al fin encuentra personas que los aprecian y le dan un hogar.

Y si bien Leo se siente inútil en ocasiones, la verdad es que les salva el pellejo a sus amigos en varias oportunidades. Salva a sus amigos de tres cíclopes y se enfrenta a la diosa de la nieve, Quíone. Sin mencionar que fue capaz de reparar a Festo, el dragón de bronce, y desactivar sin esfuerzo todas las trampas de una mansión lujosa (lo cual habría dejado a los héroes hechos carbón o picados en trocitos). Además, se dice que Leo tendrá un lugar muy importante en la Profecía, por lo cual el enemigo hará lo que sea para sacarlo de la ecuación.

Y un detalle sobre esta saga, y los libros de Rick Riordan en general, es que me parecen muy inclusivos. Piper es una chica de descendencia ckeeroke (grupo indígena de Norteamérica) y Leo es un chico latino, y van a ir apareciendo más personajes de distintas razas y también personajes homosexuales. Pero si bien, tal vez, no se profundiza tanto en esa problemática racial, sí me parece notable que se incluyan a este tipo de personajes en una narrativa que va dirigida, principalmente, a un público joven.

Comentarios

  1. Hola! Bueno, me alegra que sigas con estos libros y este autor. Espero animarme en algún momento, aunque por ahora no es prioridad.
    Un besote ♥

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