La vida de las mujeres de Alice Munro

Título: La vida de las mujeres
Título original: Lives of Girls and Women
Autora: Alice Munro
País: Canadá
Fecha de publicación: 1971

Mi empeño era oponerme a todo lo que ella decía con seriedad y obstinación. Necesitaba, y daba por hecho, que se preocupaba por mi vida, pero no podía soportar que lo expresara en palabras. Además, tenía la sensación de que estas palabras no eran diferentes de todo lo demás consejos que se daban a las mujeres, a las niñas, consejos que partían de la base de que ser mujer te hacía vulnerable, que era necesario cierto grado de cautela, seria inquietud y autoprotección, mientras que se suponía que los hombres podían salir y vivir toda clase de experiencias, desechar lo que no querían y volver orgullosos. Sin pensarlo siquiera, yo había decidido hacer lo mismo. 

«En el centro de esta deliciosa novela hallamos a Del Jordan, una chiquilla que vive con sus padres en el pueblo de Jubilee y nos narra su día a día, su relación con la familia, los vecinos y los amigos. A través de sus ojos observamos el mundo y compartimos el provecho que saca de lo que ve. Del compadece la poquedad del padre, admira el arrojo de la madre y comprende en que hay que elegir entre una risueña mediocridad —hogar, iglesia, matrimonio, hijos— y otras opciones más interesantes y arriesgadas. Ese descubrimiento es también el de la vocación literaria, una suerte de llamada, de deber para con el mundo.» 

Esta obra entra dentro de la iniciativa de lectura Voces de mujeres, a la que me uní, bajo la categoría de Autora galardonada, ya que Munro fue premiada con el Nobel de Literatura en el 2013. 

Llegue a leer esta novela por puro azar y me lance a ella sin saber absolutamente nada. Aunque si sabía que Alice Munro es más que nada una cuentista y que esta obra es un conjunto de cuentos interrelacionados y que a fines prácticos se puede leer como una novela. 

La primera impresión que tuve de esta obra es que iba leyendo unas cincuenta paginas de ella y no tenia idea de qué trataba, existe esa sensación de “no pasa nada”, pero que a la vez no podía dejar de leerla por lo bellísimamente escrita que estaba. La prosa tiene un nivel poético que te deja la boca abierta. 

No me gustó cómo lo dijo. Su brusquedad y su celo me parecieron falsos y ramplones. No me fiaba de ella. Siempre que la gente te dice que tendrás que afrontar algo algún día y te empuja con toda naturalidad hacia el dolor, la obscenidad o la revelación indeseada que te acecha, en sus voces hay una nota de traición, un frío y mal disimulado júbilo, algo ávido de tu dolor. Sí, en los padres también; en los padres sobre todo. 

Pero más allá de esa sensación de que no hay una trama específica, de que se muestra pura cotidianidad, la gran vertebración de la obra es lo que dice el título, es sobre la vida de las mujeres, la vida corriente de la protagonista, Del Jordan, la interacción que tiene con su entorno y las observaciones que ella hace de este. 

Los personajes masculinos están retratados de una manera simplista y burda, mientras que las mujeres son más complejas y matizadas. Las tías de Del son excéntricas, algo crueles y desdeñan cualquier actitud independiente. Su madre, en cambio, es una mujer progresiva, poco convencional y agnóstica pero adjudicada con una terrible ingenuidad virginal. Su madre va a ser el gran monumento al que Del se opone constantemente. Del también experimentara su despertar sexual y el enamoramiento pero su mayor línea descriptiva es su inmutable independencia. Del siempre hace su voluntad, más allá de si eso coincide con lo que se espera de ella o no. “Quedé asombrada, no porque estuviera peleando con Garnet, sino porque alguien hubiera cometido el error de creer que tenía verdadero poder sobre mí.”

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