Las nieblas de Avalón de Marion Zimmer Bradley

Título: Las nieblas de Avalón
Título original: The Mists of Avalon
Autora: Marion Zimmer Bradley
País: Estados Unidos
Fecha de publicación: 1983

Año tras año, a lo largo de tres o cuatro generaciones, las mentes humanas se habían encallecido en la creencia de que había un solo Dios, un solo mundo, una sola manera de describir la realidad, de que cuanto se opusiera a esa singularidad tenía que ser malo, demoníaco, y de que el sonido de sus campanas y la sombra de sus iglesias mantendría lejos ese mal. Y cuanta más gente lo creía, más era así. Y Avalón se reducía a un sueño a la deriva en otro mundo, casi inaccesible. 

«Las nieblas de Avalón es no solo uno de los éxitos editoriales más formidables de los últimos años —con millones de ejemplares vendidos en el mundo— sino también una de las versiones más hermosas que se han publicado de la leyenda del rey Arturo. Aunque mucho se ha escrito sobre aquella época mágica y misteriosa, Marion Zimmer Bradley lo hace por primera vez desde la perspectiva de los personajes femeninos, por medio de la mirada y las vidas de las mujeres que hicieron posible el mito gracias a la lucha y el sacrificio personal. 

La antigua tradición celta se enfrenta a la llegada del cristianismo en Avalón, un lugar envuelto por la niebla donde Viviana, sacerdotisa y Dama del Lago, tiene como misión encontrar un rey que pueda ser fiel tanto a los ritos ancestrales de Avalón como a las nuevas costumbres de los invasores cristianos. Con la ayuda de Merlín, Viviana hará realidad la voluntad de las divinidades celtas cuando su hermana dé a luz al rey Arturo, aunque no sin obstáculos, pues Arturo deberá doblegar primero a su propia hermana, mujer de carácter fuerte y decidido que no dudará en manipular de forma implacable a los demás protagonistas de esta historia. 

Además de una lectura obligada para los amantes de las antiguas leyendas celtas y sajonas, Las nieblas de Avalón es una gran epopeya en la que los sentimientos —desde el valor, la lealtad y el coraje, hasta el amor, el placer y la traición— desempeñan un papel determinante.» 

No estoy muy seguro de cómo fue que llegue a conocer está obra, son de esas extrañas cosas que aparecen en tu vida de manera indetectable pero que agradeces que halla llegado. No puedo estar más conforme con la lectura de esta novela. La novela se divide en cuatro partes (“Experta en magia”, “La reina suprema”, “El rey ciervo” y “El prisionero en el roble”), y al principio solo tenía pensado leer y reseñar la primera, ya que el libro se me hacía algo largo (por lo que sé, la edición en físico tiene unas novecientas páginas), pero después de terminar la primera parte en tres días, decidí leer la obra completa. 

Lo primero que se puede decir, y que se sabe, de la novela es que se cuenta la leyenda artúrica (el Rey Arturo, Merlín, Excalibur, la Dama del lago, Lanzarote y Ginebra, Camelot y Avalón, etc.) desde el punto de vista femenino, principalmente de Morgana. Pero la narración sobrepasa su punto de vista, ya que, en sí, la novela es una obra coral. Las protagonistas que podemos conocer son: Igraine, madre de Morgana; Viviana, la Dama del lago, hermana mayor de Igraine y tía de Morgana; Morgause, hermana menor de Igraine y Viviana; y Ginebra, reina suprema y esposa de Arturo. 

La leyenda artúrica es eso mismo, una leyenda. Pero lo más aproximado a la ubicación temporal es mediados del siglo V y VI, en plena Alta Edad Media, expansión del cristianismo y en una época oscura y con huecos de conocimiento. Y es aquí en donde se desarrolla está novela, en un momento de transición, en donde el cristianismo luchaba con las religiones locales, las abolía, pero también tomaba sus ritos para adaptarlos (y profanarlos) y ganar adeptos en el pueblo popular. En la novela se muestra como la sociedad cambia de una sociedad céltica, pagana y de corte matriarcal a una sociedad y cultura patriarcal traída por el cristianismo. El cristianismo se levanta como “la creencia”, como la verdad absoluta y universal, mientras que la tradición pagana respetaba la multiplicidad de creencias y la pluralidad de verdades. 

El ciclo artúrico es una composición de varias historias que se centran en las hazañas heroicas de Arturo y sus caballeros. Las mujeres en estas historias son relegadas a un segundo plano: como consejeras o auxiliadoras del héroe (la Dama del lago), o bien como las villanas o las que traen la catástrofe de los hombres (Morgana, Ginebra). La historia y los escritores se encargaron de determinar que tipo de personas eran estas mujeres. Ellos contaron su verdad. Pero, ahora le toca a Morgana, es su turno para dar a conocer su versión de la historia. Ahora le toca a ella, y a las otras protagonistas, mostrar su verdad. 

Con estas premisas la novela me absorbió por completo, mostrando una historia apasionante, compleja y bella. Y con mucha magia. Pero no con un sistema estricto, como los tanto que se ven hoy en día. Sino que la magia viene de la palabra, del espíritu, del ambiente magníficamente logrado, es sutil y hermosa. La magia es ritual, es la bruma que se abre con la voluntad de pensamiento, y son los ciclos de la vida, la luna y la tierra. 

Los personajes son magníficos, complejos y llenos de matices. Ginebra es un personaje que en un principio me daba mucha pena. Es una joven que le tiene fobia a los espacios abiertos (los campos, el cielo) y se casa mientras está enamorada de otro hombre. Pero conforme avanza la historia, se vuelve cada ves más devota al cristianismo (lo cual también le trae sufrimiento, ya que está religión es sofocantemente estricta con las mujeres) y esto la lleva a disuadir a Arturo a alejarse del mundo pagano que representa Avalón. Sus actitudes me llenaban de enojo, me parecía una reverenda idiota. Pero también ahí esta la gracia de esta autora, desarrollando un personaje tan complejo como Ginebra. 

Otro personaje memorable es Viviana, la Dama del Lago. Es un personaje simplemente implacable. Viviana no duda en manipular a quién sea, a sus hermanas, a su sobrina, con tal de llevar a cabo su plan. Pero la Dama del Lago no se mueve por la ambición de poder, ella ejecuta sus acciones en base a los designios de la Diosa y por el futuro y bienestar del país. 

La historia de esta novela no es bonita. Las mujeres sacrifican su felicidad personal por el bien mayor, pero también se equivocan, se enamoran, sufren y disfrutan la vida. Es una obra que trata sobre feminismo, religión y paganismo, pero también el incesto, el lesbianismo y la bisexualidad. Novela altamente recomendable.