Las olas de Virginia Woolf

Título: Las olas
Título original: The Waves
Autora: Virginia Woolf
País: Inglaterra
Año de publicación: 1931

«I am writing to a rhythm and not to a plot» Es una de las cosas que expresa Virginia Woolf sobre su séptima obra. Y es que, The Waves no tiene una trama definida y convencional, sino que está más cerca a la prosa poética. El ritmo de la vida y el paso del tiempo en paralelo con el ciclo de la naturaleza es el claro ritmo al que Woolf está apuntando.

En esta novela (y uso «novela» por pura convención, ya que esta obra no es una novela como tal) con el estilo de monólogos interiores, se presentan las vidas de seis personajes: Bernard, Susan, Rhoda, Neville, Jinny y Louis. Seguimos su crecimiento a través de nueve episodios, desde la niñez hasta la edad madura. Pero antes de cada episodio, lo precede un fragmento que describe el pasaje de un solo día, desde el amanecer hasta el anochecer, en un paisaje con vista al mar. De esta manera, se crea un paralelismo entre la naturaleza y la vida de los personajes, mientras ellos crecen el sol se va alzando en el cielo, hasta llegar al anochecer junto con su vida.

Estos primeros pasajes de cada capítulo, las descripciones de la naturaleza, son simplemente hermosas. La naturaleza se presenta imponente y bella pero también imperturbable y cruel ante la vida humana.

Si bien hay seis personajes, existe un séptimo que nunca «habla» pero que está constantemente presente en la vida de los personajes, este séptimo individuo es Percival. Y aunque él no tenga una voz propia en la novela, su personaje se construye a través de las perspectivas de los otros seis. Todos los personajes están atraídos (unos más que otros) por Percival, ya que él es la ausencia y la pérdida; es el símbolo de una Inglaterra vieja y pasada, pero de alguna manera segura y confortable, que se tiene que dejar atrás para poder seguir adelante, hacia un futuro inseguro e incierto.

La obra es la más experimental y poética de Woolf, la construcción de estos seis individuos no está hecha de forma convencional. No existe un narrador que intervenga, que explique y que describa a los personajes. Son estas seis consciencias las que se construyen a través de sus propios discursos y el discurso del otro.

Woolf definió esta novela como un «playpoem» y es que parece un conjunto de soliloquios dramáticos, dentro de sus monólogos internos los personajes presentan su vida. Bernard es romántico e imaginativo; es un novelista, ve historias en todos, él cree en el poder de la palabra. Neville posee una mente incisiva, y si Bernard se parece más a un novelista, Neville se acerca más a un poeta. Él busca a otros hombres tratando de encontrar el reflejo de su amor perdido. Louis se siente inferior y resentido debido a su origen, desesperado por la aceptación social. Susan siente disgusto por Londres, prefiere el campo y dedicarse a la fisicalidad natural y terrestre de su ser. Jinny es lo contrario a Susan, ella es una flama de exuberante vitalidad que revolotea a través de la vida y los hombres, respondiendo a sensaciones eróticas. Rhoda es la más introvertida e inestable del grupo, su relacionamiento con el mundo es siempre conflictiva y frágil.

Si bien son seis consciencias bien diferenciadas, no solo se explora la identidad individual, sino también la colectiva «what I call “my life”, it is not one life that I look back upon; I am not one person; I am many people; I do not altogether know who I am – Jinny, Susan, Neville, Rhoda or Louis: or how distinguish my life from theirs».

La novela es bastante compleja y de una lectura difícil pero no solo porque es difícil de seguirle el ritmo, sino que también en términos emocionales tiene un peso considerable. The Waves es de esas lecturas que resuenan poderosamente en tu vida, es melancólica, desgarradora, triste pero también expresa esperanza a través del sufrimiento. Después de todo The Waves habla de la vida misma.