Persuasión de Jane Austen

Título: Persuasión
Autora: Jane Austen
País: Inglaterra
Fecha de publicación: 1818

El único privilegio que reclamo para las de mi sexo (y no es muy envidiable, por cierto) es el de llevar su cariño más allá de la existencia del ser amado y una vez perdida la esperanza.

«Persuasión narra la historia de una mujer madura, sensible y menospreciada, que años después de haber rechazado al hombre que amaba, persuadida por un mal consejo, ve cómo éste reaparece en su vida, rico y honorable pero aún despechado. Una mujer que debe luchar para que el amor le conceda una segunda oportunidad. Publicada póstumamente, en 1818, esta obra se considera una de las novelas más oscuras de Jane Austen, sin duda la más crítica con la sociedad de su época.»

Ni bien tuve el libro en mis manos y leí esta sinopsis, me invadió unas terribles ganas de leer la novela. Pero no devoré el libro en unas hora (como podría haber hecho) sino que lo deguste con tiempo. Y después de leer las seis novelas de Jane Austen durante este año, puedo decir que Persuasión, es por lejos mi favorita.

La novela nos presenta a Anne, hija de Sir Walter Elliot, hombre vanidoso, pomposo y preocupado por las apariencias. Anne Elliot tiene dos hermanas, Elizabeth, mayor que ella e igual a su padre, y Mary, la hija menor y casada con Charles Musgrove. Años antes Anne conoció a un oficial de marina, pobre y de futuro incierto. Así que movida por la persuasión de Lady Russell (quien crió a Anne como una hija), Anne decide rechazar a su amor, enfrentando años de soledad pero fortaleciendo su espíritu, su inteligencia y su sensibilidad. Pero aún así, la vida le da a Anne una segunda oportunidad en el amor.

Primero me detendré en el patriarca de la familia, Sir Walter Elliot. Es un personaje que solo le importa la imagen que ven de él. Es un aristócrata, así que se siente superior, su clase social se lo permite. Pero está tan ciego en su vanidad y egocentrismo que no ve más allá. No percibe que sus preocupaciones, el qué dirán, les tienen sin cuidado a todos. Y no solo eso, Sir Elliot representa es clase social venida a menos, rígida y que con la llegada de la modernidad, está quedando obsoleta. Se está desarrollando una nueva forma de adquirir riquezas, que no es por la dinastía y la herencia, sino que se hace trabajando por ello. La burguesía comienza a desplazar la anticuada y arcaica aristocracia, imponiendo nuevas normas.


El casamiento como forma de unir las clases sociales está presente en esta novela (como en varias de las anteriores). Pero Austen no provoca está fusión por mero romanticismo, en donde no importa la cuna, el dinero y la posición social, sino el amor. Sí, el matrimonio tiene que concebirse con amor de ambas partes, pero el amor tiene que estar equilibrado armoniosamente con la situación financiera. Los sentimientos de Anne con Wentworth son recíprocos, pero su situación financiera no. Al tener un futuro incierto, Anne no se arriesga a caer solo en el amor, ya que renunciaría a su familia (y las comodidades económicas que esta le ofrece) y aceptaría un porvenir desconocido.

Algo que me gustaría destacar es el enmascaramiento del villano. Todas las novelas de Jane Austen tienen un villano, un hombre libertino, que solo le preocupan los entretenimientos terrenales: comodidades económicas, apuestas, sexo, etc. Pero aquí, el libertino está totalmente camuflado, es un lobo con piel de cordero, (o por lo menos a mi me lo pareció) y no se revela su verdadero ser hasta el final de la novela. De esta forma, la apariencia es engañosa y no es un marcador claro del personaje

Si esta novela es mi favorita, en gran parte es gracias a la protagonista. Anne Elliot no es como sus hermanas y su padre. Es sensible, constante en sus sentimientos, con juicio crítico, inteligente, y capaz de manejar situaciones tensas. Wentworth la tacha de una voluntad poco férrea, maleable. Pero Anne posee autocrítica para su crecimiento personal y una autonomía de pensamiento para desencadenarse de su familia.

Y por supuesto las diferencias entre géneros también están presentes en la novela. Los hombres son libres de vivir en el mundo público y las mujeres tienen que quedarse cerca del hogar, les guste o no. Como cuando Anne tiene que seguir a su familia a Bath, ciudad que ella detesta. Y los hombres al poder moverse por el mundo, son capaces, también, de ganarse la vida, lo cual para ellas es impensable. Anne tiene una conversación con el capitán Harville sobre la constancia de los sentimientos de mujeres y hombres en donde expone esto muy bien:

«Nosotras no nos olvidamos de ustedes tan pronto como ustedes de nosotras. Pero esto, más que un mérito, tal vez sea un imperativo de nuestro destino. Carecemos de vida propia. Vivimos recluidas en el hogar, y somos excesivamente sentimentales. Ustedes no tienen más remedio que actuar, las obligaciones profesionales, las empresas y negocios de esta u otra clase exigen su presencia en el mundo, y ya es sabido que los cambios y la ocupación amortiguan todas las sensaciones» (269).

El capitán contesta que puede argumentar con la literatura. En ella, según él, está en contra de lo que Anne afirma, las mujeres son inconstantes en sus afectos, tanto el verso como la prosa giran en torno a las flaquezas femeninas. Y por supuesto que es así, si esa literatura fue escrita por hombres.

Pero Anne no juega esa carta, sino que dice que no puede tomar argumentos de los libros ya que los hombres tienen dos ventajas en esto: el privilegio de la educación y el tener la pluma en sus manos, pueden contar su propia historia.

Y esa es una de las razones de la importancia del lugar desde donde se escribe. Y Jane Austen se apodera de su lugar y escribe desde el lugar de la mujer y si sus novelas pueden parecer limitadas en ciertos aspectos, por algo será.

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