La dama de blanco de Wilkie Collins


Título: La dama de blanco
Título Original: The Woman in White
Autor: Wilkie Collins
País: Inglaterra
Fecha de publicación: 1860

Esta novela no es la primera de Wilkie Collins, pero es considerada junto con La piedra lunar, sus mejores creaciones. Yo solo he leído esta, así que no tengo punto de comparación. La novela fue serializada entre 1859 a 1860 (los capítulos salían mensualmente) en la revista de Charles Dickens, llamada All the Year Round. Y fue publicada en formato libro en este último año. 

En la segunda mitad del siglo XIX predominaba cierto movimiento literario conocido como Realismo, y una de sus cualidades era la utilización del narrador omnisciente. Dicho narrador cuenta los hechos de la historia con total objetividad. Collins desde el comienzo se niega a seguir con esa forma de escribir, y por eso, la novela está construida desde múltiples narraciones, y lo cual se basa en la experiencia jurídica de Collins. De esta forma, el autor parece decir que para descubrir la verdad es necesario escuchar varias voces, una historia no es creíble si lo que se cuenta solo se hace desde una sola voz. 

La novela inicia con la narración de Walter Hartright, un profesor de dibujo que es contratado por el señor Fairlie (ser irritante hasta la risa) para que enseñe a su sobrina Laura Fairlie y su hermanastra Marian Halcombe. Para ello Walter tiene que viajar a la casa Limmeridge, en Cumberland. En el camino de Londres a Cumberland, Walter se encuentra con una mujer, una dama vestida completamente de blanco, y este encuentro trivial y fortuito es uno de los más significativos e importantes de la novela. Y leerlo es simplemente precioso y es uno de los pasajes más famosos de la literatura inglesa. 

Noche de luna, un camino solitario y una hermosa mujer de blanco. Desde este momento se instala el misterio, la mujer de blanco será el hilo conductor de la novela. Se pueden apreciar los tintes característicos de la novela gótica, y es que esta novela tiene muchos rasgos de dicho género. 

The Woman in White es una de las primeras novelas de misterio y para mí una de las mejores que he leído. Desde el comienzo se plantean interrogantes, se presentan secretos y la novela está llena de ellos. La novela también presenta rasgos del género policial, ya que Walter (e incluso Marian) utiliza muchas técnicas que más adelante se pueden apreciar en los detectives privado. La novela es anterior a Sherlock Holmes, por ejemplo. 

El principio de la novela me pareció algo aburrido, Walter se me hacía un poco melodramático, aunque pude apreciar la calidad literaria, está escrita de una manera que da gusto. Pero esto cambia con el correr de los capítulos y el cambio de narradores también ayuda, hace la novela mucho más interesante, te mantiene expectante. 

Pero es con la narración de Marian cuando a mí prácticamente se me hizo imposible dejar de leer. Es en esta parte de la novela que el misterio, los tintes góticos, la tensión (mucha tensión) y la sensación de peligro, a mí parecer están en su máxima expresión. 

Y es que La dama de blanco más que ser una novela de misterio, gótica o policial. Es el exponente puro de cierto género inglés, llamado sensation novel (novela sensacionalista o novela de sensación). A grandes rasgos, dicho género se caracterizo por los temas melodramáticos, góticos y románticos.


Tengo mucho que decir de esta novela: los temas sociales del momento que toca (dinero y herencia, secretos, locura, sistema legal), pero tengo que expresar unas palabras, en lo que a mí criterio, son los mejores y más complejos personajes de la novela: Marian Halcombe y el conde Fosco.

Leí esta novela dos veces, y la primera vez, el Conde Fosco me pareció el ser más despreciable, lo veía manipulador, cruel, daba miedo. El conde Fosco se presenta a través de la narración de Marian, y aunque ella no lo describa de esta manera, si expresa que Fosco le intimida y es el único hombre que podría doblegarla. Sentía que tenía intenciones ocultas, sentía que cada palabra que decía lo hacía con un fin y un propósito especifico. Pero en la segunda lectura sucedió lo contrario, no me pareció cruel, ni manipulador, sino cooperativo y de buena voluntad. Aunque yo sé como realmente es. Esta solo fue mi primera impresión.

Ahora Marian, desde el primer momento me dio la impresión de ser una mujer singular, me agrado desde el minuto cero, aunque Walter la describe como una mujer con una hermosa figura pero con una cara fea. La señorita Halcombe es sensata, inteligente y con una fuerza de voluntad admirable. Incluso el conde Fosco expresó que con ella a su lado, podría dominar el mundo. Marian vela por la salud y felicidad de su (tonta) hermana Laura. Ella se enfrenta a la voluntad de dos hombres que quieren subyuagarlas, pero no se las pone fácil. Marian es una mujer de armas tomar y para nada tonta, pero aún así sigue los parámetros de la época, no hay que olvidar que el autor vive en plena época victoriana, por lo tanto, el personaje sigue teniendo rasgos conservadores de la dicho momento. Pero para mí, no quita que sea un personaje complejo y que rompe un poco el molde típico de mujer tradicional.

Así que, si tus géneros favoritos son el misterio, el romance, la policial, y lo gótico, deberías de leer esta novela, no te dejara indiferente.

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